Carlos Tevez asumió oficialmente como director técnico de Talleres, destacando su plena confianza en el equipo y la institución, y prometiendo devolverle al club su identidad aguerrida y protagonista. El “Apache” manifestó su felicidad y sentido de pertenencia en su llegada a Córdoba, revelando que el proyecto de Talleres fue el único que logró movilizarlo.

Confianza en el plantel y la institución: Tevez enfatizó su “confianza plena” en el plantel de jugadores, en la directiva encabezada por Andrés Fassi y en el club en general.

Demostró su compromiso al sacar pasajes para regresar de sus vacaciones en Estados Unidos y tomar las riendas del equipo de inmediato, incluso dirigiendo el próximo partido contra San Lorenzo. Sobre la rápida negociación, explicó que ya había tenido conversaciones previas con Andrés Fassi antes de la llegada del anterior entrenador, Diego Coca, lo que facilitó el acuerdo.

El “ADN” de Talleres y el estilo de juego: El nuevo DT expresó su deseo de que Talleres vuelva a ser un equipo “aguerrido”, que “meta” y que la “camiseta de Talleres tiene que estar toda transpirada”. Recordó que, como jugador, “no me gustaba jugar contra Talleres” porque era un equipo intenso y que “ponía mucho huevo”.

Su objetivo inicial será “levantar el pasto del piso” y enfocarse en una “intensidad” alta, buscando la “tranquilidad” y que el equipo vuelva a ser protagonista. También mencionó la importancia de buscar una “solidez en defensa” para dar confianza a los atacantes. Si bien en otros clubes se adaptó al contragolpe, en Talleres ve la necesidad de ser “más posicional, más aguerrido en esa situación”, adaptándose siempre a los jugadores que tiene.

Sobre los jugadores y el compromiso: Tévez fue claro al afirmar que “va a estar quien quiera estar” en el equipo, subrayando que “el escudo está por encima de cualquier nombre”. Sostuvo que si un jugador no está contento o quiere irse para progresar en su carrera, “tiene que irse”, ya que no es beneficioso ni para el jugador ni para la institución. Dejó en claro que no quiere “a nadie que no quiera estar con esta camiseta”. Además, anunció que implementará “reglas claras” desde el primer día de convivencia con el plantel, y quien no las cumpla, “no va a jugar en mi equipo mientras yo esté”, actuando siempre “de frente” por el bien de Talleres.

A pesar de la preocupación por las incorporaciones, Tévez manifestó no estar “preocupado” por la llegada de refuerzos, ya que confía “plenamente en los jugadores que tenemos”. Respecto a la situación de Portillo y Galarza Fonda, quienes buscan salir a River Plate, Tévez indicó que “seguramente no estarán en el once” inicial, ya que no desea jugadores que no quieran vestir la camiseta.

Primer contacto con el plantel: Tras su primer entrenamiento, Tévez describió al grupo como “con muchísimas ganas, muy contento, muy alegre” y lo vio “tranquilo” a pesar de la semana “revoltosa” del club, notándolos “prestando mucha atención, muy enfocados”.

Sentimiento personal: El exjugador y ahora DT expresó que se siente “feliz” y “como en mi casa” en Córdoba y en Talleres, lo cual le brinda “mucha tranquilidad”. Afirmó que Talleres es “el único club en Argentina que podía llegar a moverme un poco de la comodidad que uno tenía” debido a su “estructura”, “disciplina” y los jugadores.